29 de julio de 2024
Por Verónica Martínez
“Desde la base, provincia por provincia, comarca por comarca,al conocimiento del territorio necesitaremos agregar el folklore reconstruido”. En el Día de la Cultura Nacional, tomo las palabras de Ricardo Rojas quien fuera un incansable procurador de fomentar nuestra cultura nacional y con un gran legado en lo que hace al estudio de nuestros orígenes e identidad nacional, para ir hacia un poco de nuestra historia argentina y una vivencia en esta querida ciudad de Bariloche.
En el año 1921, a través de la Ley N° 4.874 (Ley Láinez) el Consejo Nacional de Educación le encomendó a los maestros y maestras del todo el país, un relevamiento de las prácticas culturales para “recoger el material disperso en prosa, verso y música que constituye el acervo del folklore argentino”.
Investigando sobre la gran labor de Rojas como escritor, dramaturgo, poeta, periodista e historiador tucumano, me encuentro con el pedido que Ricardo solicitó al Consejo de Educación frente a este relevamiento, en su función de decano de la Facultad de Filosofía: remitir la colección de los registros al Instituto de Literatura Argentina para la sistematización de esta información y su accesibilidad a los investigadores.
La digitalización de este material, encuentra disponible los registros realizados en nuestra provincia de Río Negro (acerco el enlace aquí ), y del resto de las provincias del país, las cuales fueron publicadas entre los años 1925 y 1938. Estos documentos conformaron el llamado “Catálogo de la Colección de Folklore”.
En 1951, dichos documentos manuscritos que identifican a 3250 recopiladores, fueron traspasados al Instituto Nacional de la Tradición, actual Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano.
Llegar a estos registros, me hizo recordar una vivencia a partir de conocer a un gran recopilador de relatos de personas de la Línea Sur de nuestra provincia: Jorge Piccini, fotógrafo de nuestra ciudad de Bariloche, que se encargó de recopilar mensajes manuscritos a pobladores rurales para que fueran publicados en Radio Nacional, ya que era el único medio de comunicación posible para dar avisos de la vida cotidiana.
El año pasado compré su libro “De ida y vuelta, los cuentos de Mensajes al poblador rural”, que enriqueció esta recopilación transformando estos mensajes, en cuentos e ilustraciones realizadas por escritores e ilustradores que él mismo convocó para imaginar los universos posibles de estos pequeños relatos. Fue así, que uno de estos cuentos escrito por Elissa Rosetti “Escapando”, inspiró el personaje que encarné como bailarina folclórica en el Ballet Tradición Sureña, en una obra llamada “Mujeres del Viento” : “Rosa”,una recolectora de manzanas de la Línea Sur.
Vuelvo a reafirmar entonces, las palabras del principio de esta nota, donde la importancia de nuestra cultura en nuestros territorios tiene que ver principalmente con reconstruir y construir nuestra cultura argentina como derecho humano: desde su accesibilidad, práctica y difusión. Ya que la cultura no es nunca un hecho aislado, sino que somos personas tejiendo la historia de un territorio que está vivo.
Fuentes: Biblioteca Nacional Mariano Moreno // Ministerio de Cultura Argentina, Encuesta Nacional de Folklore de 1921//Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (inapl.cultura.gob.ar)