La Defensora del Pueblo de Bariloche, Dra. Andrea Galaverna, presentó el Informe 2016 y un balance de la gestión que culmina en el mes de mayo. El día jueves expuso ante el Concejo Municipal y una sala colmada de participantes, acto precedido por emotivas palabras para agradecer a la comunidad, a su equipo de trabajo y a su familia por haberla acompañado en estos años.
A continuación, realizó un balance de gestión que se inició en mayo de 2013. Destacó en primer término, el proceso de institucionalización logrado, que permitió a la comunidad contar hoy con una Defensoría del Pueblo sólida y valorada por su comunidad. “Fue un trabajo en equipo y, gracias a todos y a todas, dejamos una Defensoría de pie, fuerte y totalmente abierta a la comunidad”, expresó Andrea Galaverna.
Las Defensorías del Pueblo, compartió la defensora, se han convertido en organismos claves del sistema democrático, que aportan a su fortalecimiento buscando novedosas y creativas estrategias que resumimos en la voluntad de “pensar colectivamente para dar solución a los problemas desde una perspectiva de Derechos”.
“La naturaleza de la institución la torna incómoda a los poderes de turno- recordó- pero siempre apostamos a transformar las dificultades en oportunidades y supimos sortear los momentos de campañas electorales que también impactaron al interior de la Defensoría. Trabajamos parte del tiempo con muy escaso personal, pues prácticamente la mitad del equipo asumió en la nueva gestión de gobierno, y no fue posible reponer personal por la emergencia económica dictada. Durante las dos gestiones políticas no se asignó el total del presupuesto aprobado para su funcionamiento; aún así, nos dimos estrategias adecuadas para cumplir con los objetivos institucionales.
Lamentablemente nuestros intentos de democratizar el modo de elección del Defensor o Defensora local no fueron aceptados, pero insistimos que la naturaleza de la institución, antes o después, lo demandará.
Durante estos años- explicó- desplegamos varias líneas de trabajo: gestión y atención ciudadana; mediación comunitaria; asesoramientos legales gratuitos, protección y promoción de derechos y otorgamos especial trascendencia a una estrategia pedagógica que nos permitió capacitar a más de 10.000 personas.
Es imposible dar cuenta del número exacto de personas que consultaron en esta Defensoría durante 4 años. Ellas son muchísimas más de las que tenemos registro y que culminaron en un trámite, tal como expresan los Informes Anuales. Todo el equipo dio curso a entrevistas informales, de modo personal, por teléfono, vía redes sociales, mails, etc.; intentando dar solución a las variadísimas consultas que llegaron. Sí podemos afirmar que atendimos los 365 días del año, con canales de comunicación las 24 horas, durante toda la gestión.
La Defensoría del Pueblo de Bariloche abordó temáticas nuevas, algunas inesperadas, acelerando procesos de respuestas a la comunidad. Articuló con la sociedad civil, con universidades, con organismos públicos, organizaciones, instituciones varias a fin de optimizar el trabajo conjunto. También instaló en agenda temas que merecen el abordaje desde distintas áreas del Estado, muchas veces de todos ellos, el municipal, provincial y nacional e incidió en la generación de políticas públicas, especialmente en el área de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y de Incidencia Colectiva.
Las cifras nos permiten afirmar que el balance de estos años es sumamente positivo. Él se traduce en el trabajo hecho en todas las áreas: el Servicio de Mediación Comunitaria que funciona dentro de la Defensoría desde el año 2011, entre 2013 y 2016, realizó 600 Mediaciones, incrementando notablemente el nivel de acuerdo durante el último año. El Servicio se potenció con capacitaciones que permitieron que la ciudad hoy disponga de un equipo de mediadores comunitarios voluntarios. En el período 2013- 2016, realizamos 1043 Gestiones, registrando un aumento del 124%. En igual período, se efectuaron más de 300 asesoramientos jurídicos gratuitos, también se elaboraron 71 Recomendaciones a los distintos poderes del Estado e interpusimos con éxito varios Recursos de Amparo sobre diversas temáticas.
En síntesis: durante estos cuatro años consolidamos y resignificamos la institución. Uno de los principales logros fue aportar a la institucionalidad, dejamos arraigada y a disposición de vecinos y vecinas, una instancia del Estado Municipal que se ocupa de la defensa de sus derechos, pero también dejamos una institución que sirve a los hacedores de política en tanto se trata de una institución que descifra los vericuetos de la burocracia estatal que fragmentado la vida de las personas por dependencias municipales, la pierde de vista como sujeto de derecho.
“Tal como nos propusimos al asumir, repitió la defensora, cada persona que llegó a la institución se fue con una respuesta, hicimos derivaciones responsables, acompañamos, generamos un vínculo de confianza. Crecimos en intervenciones y en resolución de conflictos, difundimos nuestra tarea en la población.” Por otra parte, durante esta gestión se optimizaron los instrumentos de evaluación de gestión, informatizándonos y dotando a esta Defensoría de una herramienta fundamental que guíe su práctica, saldando una deuda existente desde que se creó la Defensoría local: el Manual de Buenas Prácticas que ya está vigente y lo estará para futuras gestiones.
Profundizamos en el análisis de los perfiles de personas que demandan nuestro servicio, lo que nos permitió dar respuestas de modo personalizado y territorialmente porque multiplicamos los lugares de atención, cumpliendo con el objetivo de acercar el servicio a la gente.
Abrimos la Defensoría para que hicieran su primera experiencia laboral estudiantes avanzados de la Universidad Nacional de Río Negro. Trabajamos en relación a la identidad y a la memoria, colaborando para que el municipio se encamine a ser intercultural e impulsando, junto a la Universidad Nacional del Comahue, un Paseo de la Memoria de la ciudad que sirva a la reflexión de la identidad y como acto reparatorio hacia aquellos silenciados por la historia y para acompañar la lucha de Abuelas para encontrar a los nietos y nietas apropiados que aun falta encontrar.
La defensora concluyó: “dimos lo mejor de nosotras y nosotros y se hizo todo lo que estuvo a nuestro alcance. Aun así, creo que la Defensoría del Pueblo de Bariloche tiene un enorme potencial que ojalá ciudadanas y ciudadanos aprovechen. Compartimos nuestro deseo de que esta institución siga creciendo y fortaleciéndose en la próxima gestión. Este equipo de trabajo, que hoy cierra un ciclo, estará a disposición para que así sea”.
Puede descargar el Informe Final en:
http://www.defensoriabariloche.gob.ar/informe-final/informe-final-2016.pdf