Culminó la Diplomatura “Conflictividad Social Urbana Territorial”. Participaron del cierre el Dr. Alenadro Nató, Director de la misma y parte del Equipo docente de la Defensoría del Pueblo de Nación, Roberto Kozulj, Vicerrector de la Universidad de Río Negro y la Defensora del Pueblo de la ciudad, Dra. Andrea Galaverna, instituciones que impulsaron esta importante actividad de formación. El balance fue altamente positivo. Se capacitaron 160 personas que a lo largo de 5 meses y de modo gratuito, adquirieron herramientas para poder intervenir preventivamente en conflictos que se suscitan en su comunidad.
El día viernes, este balance se realizó de modo público en una conferencia de prensa que brindaron el Dr. Alejandro Nató, quién confirmó en esta oportunidad que es uno de los tres candidatos a Defensor del Pueblo de Nación, cargo que se definirá los próximos días; y la Dra. Andrea Galaverna.
Compartimos el encuentro que mantuvieron con medios locales, en los cuales no estuvo ausente el análisis de lo sucedido en la semana, cuando un grupo de estudiantes de un colegio alemán, agredió a un grupo de estudiantes de un colegio judío (ambos de CABA), durante su viaje de egresados.
Ante la consulta del sentido de realizar esta Diplomatura, la Defensora del Pueblo de Bariloche respondió:
“Nuestra propuesta sirvió para poder vernos como ciudad, poder ver cómo, desde el abordaje preventivo de los conflicto podemos construir otro tipo de cultura, una cultura de paz, de no esquivarle a los conflictos sino aprender a abordarlos para que no escalen. Y esto viene de la mano de lo que hemos hecho con el sector turístico a propósito de los hechos de dominio público que ocurrieron esta semana. Desde principios de año capacitamos al sector turístico en DDHH, donde hacemos eje en los derechos de Niños, Niñas y Adolescentes que nos visitan, pero ocurre que los visitantes muchas veces traen los conflictos de sus lugares. Es decir, nuestra comunidad tiene que estar preparada para entender esos conflictos que los chicos traen para saber abordarlos, pero sin desconocer que llegan con alguna conflictiva que se plasma en esos 10 días que visitan la ciudad.”
Si bien culmina la etapa formativa de quienes realizaron la Diplomatura, se habló de la proyección que tiene la iniciativa:
“La idea es lanzar después de finalizar este curso, una especie de acción conjunta con distintos actores de la comunidad, que pueden ser los poderes del estado municipal, las cámaras empresariales, universidades, o quienes hacen el curso, para hacer una acción directa para nuestra comunidad con otra mirada: con la mirada del respeto, una mirada que incluye a los medios de comunicación porque ellos nos miran y nosotros nos miramos a través de los medios. Cómo construimos ese mirar al otro. La idea es hacer intervenciones directas en la comunidad con ejes transversales, especialmente DDHH y lamentablemente tenemos que tratar el tema de xenofobia y discriminación y también para ver cómo hacer una ciudad más inclusiva, pacífica desde la multiculturalidad. Es un desafío grande,” aclaró Andrea Galaverna.
En relación a las capacitaciones que también realizamos este año con el sector turístico, la Defensora ponderó su importancia y afirmó que se profundizarán en adelante:
“Ya llevamos capacitados más de 1000 coordinadores de turismo estudiantil, a partir de este encuentro, ocurrió que cada vez que pasa algo a la primera institución que acuden es a nosotros, y nosotros hacemos acompañamiento o intervención. Lo que vimos es que después de estas capacitaciones lo que antes se escondía abajo de la alfombra, ahora se aborda con la jerarquía que hay que darle a lo que cada caso amerita, se reconoce que hay derechos y se intenta un abordaje respetuoso de esos derechos. Creemos que fue sumamente positivo este espacio de aprendizaje para que, a la luz de la normativa, puedan identificar claramente cuando están ante un caso que merece una seria intervención. Identificar claramente cuando ocurre un delito, una vulneración de un derecho, es básico para poder actuar en consecuencia.
“Las capacitaciones que ofrecimos fueron una consecuencia de un caso muy grave que ocurrió a una joven el año pasado. Nos pareció que nuestro aporte era generar una propuesta pedagógica para que en adelante, no ocurrieran casos como ese en la ciudad. Lo que ocurrió esta semana, con el grupo de chicos de un colegio alemán de Buenos Aires que agredió a un grupo de una escuela judía, fue muy grave y es algo que nos tiene que interpelar a todos como adultos, sobre todo porque ocurrió en una comunidad que es sensible a este tema, esta ciudad tiene una historia. Si ustedes me preguntan si ese curso va a evitar que los chicos traigan este tipo de situaciones, les digo que no. No lo vamos a poder evitar. El curso es para quienes trabajan con ellos, los coordinadores del turismo estudiantil, para que estos estén muy atentos a situaciones y sepan intervenir a tiempo con un protocolo de acción concreto. La idea es que sean conscientes de los derechos que asisten a las personas y no se banalice su vulneración.”
Ante la consulta de qué tipo de intervenciones hace la Defensoría actualmente y en relación al turismo estudiantil, afirmó: “A partir de esta experiencia pusimos a disposición nuestra institución, su personal y herramientas concretas como la mediación y la resolución alternativa y pacífica de conflictos.”
Por su parte, el Dr. Alejandor Nató, destacó algunos puntos fundamentales de la experiencia realizada en la ciudad: “Noté en Bariloche que hay una potencialidad enorme en cuanto a la vocación social por parte de quienes formaron parte de este curso. Hemos tomado este curso como un punto de partida, no como un punto de llegada. A cuento de los hechos que ocurrieron esta semana y en relación a la Diplomatura, nosotros partimos de una visión, de cómo mirar los conflictos y cómo actuar frente a ellos en una etapa de alerta temprana, en una etapa cuando los conflictos están en la latencia, en la emergencia, no cuando los conflictos aparecen en su epifenómeno, en su manifestación emblemática, sino en su manifestación sintomática, en el síntoma. Y todos estos actores hoy tienen una sensibilidad como para atender los conflictos desde otro lugar, a punto tal que en esta campaña de acción que está haciendo la Defensora del Pueblo de Bariloche tiene que ver con un número de acciones, integradas y acumulativas; no sirve solamente que actores sensibilizados puedan intervenir en conflictos, sirve que múltiples actores se involucren frente a un plan de acción con unas ideas base y que esas ideas base sirvan para construir una política. Y si esa política tiende a ser una política que atienda lo cultural, los modos cómo nos miramos, la intervención en la interculturalidad, esto va a darle un sentido a una cultura de paz. Y en definitiva es eso, estos diplomados tienden a generar actores que se convierten en multiplicadores para promover una cultura de paz en cada una de las sociedades.
“Estamos haciendo esto porque la Defensoría lo organizó, predispuso el espacio, para que una vez culminado este curso, tengamos la posibilidad de tener actores a disposición para generar procesos de transformación. Los actores son dirigentes de barrios, organizaciones sociales, docentes, directivos de escuelas, personas de distintas profesiones, concejales, comerciantes, trabajadores sociales, trabajadores municipales, etc. Los tipos de conflictos que abordamos son de distintos orden que ocurren en la vida comunitaria, que se pueden dar entre vecinos, los que provienen de la cultura como enfrentamiento de miradas cruzadas que surgen a partir de que alguien cree que su cultura es más importante que la de otro y entonces le impone la suya, generando xenofobia, racismo, discriminación; y, por otro lado, los conflictos que se dan en el espacio público urbano. Entonces, poder intervenir, evaluar qué tipo de cauces tiene cada conflicto, en definitiva, el pensamiento de los pliegues, de los ámbitos intermedios, de los espacios de posibilidad que surgen a partir de plataformas con actores clave son los que le dan posibilidad al conflicto, la posibilidad de llegar a caminos no violentos. Este tipo de enfoque se da para evitar violencia, no para evitar conflictos. Y esto tiene que ver con una reconversión del enfoque estatal. El Estado, cuando llega a estar presente en la conflictividad social a veces muestra lo pero que tiene el estado, que son las fuerzas de seguridad. Y lo que tiene que mostrar el Estado no es eso sino un trabajo previo de canalización del conflicto y a veces no existe eso. Estos actores que están siendo capacitados para intervenir en la conflictividad no sólo están concebidos para tener otro tipo de rol frente a los conflictos sino también de tener intervenciones a tiempo porque ellos ya están ahí. Están donde surge el conflicto.”
En relación a los modos de intervención, aclaró que “la mediación es uno de los procesos pero no es único, es una herramienta. Porque una intervención a tiempo, canalizar una demanda determinada ante un actor clave, es fundamental también. La mediación es parte de un proceso cuando ya el conflicto está instalado, pero en las primeras manifestaciones de un conflicto a veces no es necesario el espacio de la mediación sino una intervención eficaz. Estos actores están preparándose para este tipo de intervenciones preventivas. Bariloche tiene un activo social muy profundo. En la Diplomatura se tocaron temas sensibles para esta comunidad como el gatillo fácil, la relación con los empresarios locales, la violencia entre los jóvenes”.
Se mencionó también el problema de los consumos problemáticos y el trabajo que hace la Defensoría local para acompañar a familias para ver cómo abordar esta problemática concreta, la del consumo de drogas. Aquí se planteó concretamente la ausencia del Estado en relación a esta grave problemática.
La entrega de diplomas a quienes realizaron la Diplomatura se realizará en una acto público dentro de un mes.